Esta leyenda-tradición surge de la región guaraní, tiene su origen entre los Guaraníes, desde antes de la llegada de los Españoles a América. La costumbre persistió en las tierras de nuestra vecina República del Paraguay. Sin embargo el tiempo y la permanencia de las tradiciones culturales, la extendieron por nuestro Nordeste Argentino.
El Karaí (Señor) Octubre, en el imaginario que representa la tradición cultural, es un duende maléfico que sale todos los 1 de octubre a recorrer las casas y ver quiénes tienen suficiente comida, en su andar observa si la gente sembró y trabajó durante el año y si supo guardar para los meses en que no hay cosecha. Ese día al pasar por cada casa, comprueba si hay suficiente comida… y si la convidan a sus vecinos!!!
Esto motivó la tradición Guaraní de recibir el mes de octubre con un delicioso y suculento yopará, similar a un puchero con locro, poroto, arroz y verduras en abundancia, y el muy famoso “karaku jopará” (huesos de vaca mezclado con todo). Estos orígenes, se remontan mucho antes de la llegada de los españoles a América, cuando florecían los lapachos (fines de septiembre), los guaraníes notaban que aflojaban sus reservas de alimento, ya que no había frutos que recoger en el monte y los animales estaban muy flacos por la salida del invierno, y la agricultura que hacían (maíz, mandioca, batata) recién se sembraba a partir de ese mes. En fin, lo único que había por doquier era miseria. Pero como el guaraní era un hombre muy positivo en su manera de pensar, no veía mejor manera de contrarrestar esta miseria que hacer una gran comilona y danzando para que Tupá (Dios) aleje la pobreza.
Este día festivo, se acompaña con un banquete, para demostrar al «Karaí Octubre» que se aprovisionó lo suficiente en el mes de la miseria, de no ser así, el duende persigue a los responsables del grupo familiar para castigarlos con su guacha y enloquecerlos con fuertes silbidos.
Una tradición que premia a los previsores y castiga a los haraganes…
Fuente: Diario El Litoral